Reflexión:
El proverbio de hoy nos recuerda que Dios nos ha dado un don y privilegio mal interpretado por la humanidad, la libertad; esa misma que el pueblo de Israel burlo, esa libertad en la que Jonás quiso escapar y no cumplir el propósito de Dios; querido lector, ¿tú sabes dirigir la libertad que Dios te dio?, ¿la empleas con rectitud?. Examina tú vida y date cuenta si eres un libertino o un liberado, examina tus actos y evalúa si son jactados de liberalidad porque simplemente haces lo que tú quieres sin que Dios apruebe esas acciones, ten presente que somos libres pero que no podemos caer en liberalidad de la palabra de Dios.
Oración:
Querido Padre, en el nombre de Jesús te doy gracias por la libertad que nos has brindado, por medio de esa libertad podemos servirte, podemos adorarte y alabarte con nuestras palabras y nuestras acciones; te pido por cada lector, que no caiga en liberalidad y pierda el camino al que tú quieres que lleguemos, muéstranos la ruta indicada y danos sabiduría para administrar bien nuestra libertad. Amén
