Reflexión:
En muchas oportunidades el hombre como ser humano que es entra en contienda por cosas que en su gran mayoría las pasa de cotidianas a caóticas, muchas veces peleamos sin razón alguna y con argumentos tan poco contundentes como el caso de la ira, nos enojamos y quizás ofendemos diciendo cosas que no queremos decir, nos ofendemos y podemos llegar de pronto a agredir mas allá de lo verbal y lo más triste es que marcamos con nuestras contiendas a muchas personas que nos quieren y que en un momento de rabia herimos sin razón alguna.
Oración:
Querido Padre, en el nombre de Jesús en este momento te pido por las personas que viven en contienda, para que tú Padre amado los libres de dicho mal que ofende, enoja y hiere; mira el corazón de cada lector y dale paz, dale tranquilidad y sabiduría para corregir el origen de la contienda, si es el ofendido dale paz en su corazón pero si es el que ofende dale discernimiento para hablar y corregir sus transgresiones. Amén